La osteoartrosis (OA), también conocida como artrosis, es una enfermedad crónica degenerativa que afecta las articulaciones. Se caracteriza por el desgaste del cartílago articular y cambios en el hueso subyacente. Es una de las principales causas de dolor y discapacidad en adultos mayores. Es una condición prevalente en México, que afecta a una parte significativa de la población adulta. Estadísticas señalan que alrededor del 10% de la población adulta en México presenta Osteoartrosis, con una mayor incidencia en mujeres mayores de 60 años.
Uno de los aspectos más complejos de la artrosis es la inflamación. Aunque la artrosis no es tradicionalmente considerada una enfermedad inflamatoria, se ha demostrado que la inflamación de bajo grado está presente en las articulaciones afectadas. Este proceso inflamatorio perpetúa el ciclo de degradación y formación del tejido, y puede contribuir al dolor a través de la estimulación de nervios sensitivos en la zona afectada. Algunos estudios sugieren que este componente inflamatorio, podría explicar la presencia de dolor neuropático en pacientes con artrosis avanzada.
La Osteoartrosis puede afectar cualquier articulación, pero es más común en las manos, rodillas, caderas y columna vertebral. Los síntomas más comunes incluyen:
Dolor Articular: Generalmente empeora con la actividad y mejora con el reposo.
Rigidez: Especialmente después de períodos de inactividad, como al despertar.
Pérdida de Flexibilidad: Dificultad para mover la articulación afectada en todo su rango de movimiento.
Sensación de Crepitación: Sensación o sonido de fricción dentro de la articulación.
Inflamación: En ocasiones, puede presentarse hinchazón en las articulaciones afectadas.
El manejo de la OA es multidisciplinario e incluye tratamientos farmacológicos, no farmacológicos y, en casos graves, intervenciones quirúrgicas. Pero, también las guías de tratamiento incluyen técnicas intervencionistas del dolor.
Las técnicas intervencionistas , son una alternativa de tratamiento, cuyos procedimientos brindan alivio del dolor causado por la artrosis, es una alternativa de tratamiento en pacientes con alguna comorbilidad, que hace que la posible solución quirúrgica sea descartada por su excesivo riesgo (prótesis de rodilla o cadera), o bien, como ocurre en el caso depacientes con espondiloartrosis,en donde el tratamiento quirúrgico no garantice la eliminación del dolor.
La medicina intervencionista del dolor se centra en técnicas mínimamente invasivas para el manejo del dolor crónico, incluida la Osteoartrosis. Los beneficios incluyen:
Alivio Eficaz del Dolor: Procedimientos como bloqueos nerviosos, ablación por radiofrecuencia y estimulación de la médula espinal pueden proporcionar un alivio significativo del dolor.
Reducción de la Dependencia de Medicamentos: Al abordar el dolor de manera directa, se puede minimizar el uso de analgésicos, reduciendo el riesgo de efectos secundarios y dependencia.
Mejora de la Función y Calidad de Vida: Al aliviar el dolor, los pacientes pueden mejorar su movilidad y participar más activamente en sus actividades diarias.
Procedimientos Ambulatorios: La mayoría de las intervenciones se realizan de forma ambulatoria, lo que significa menos tiempo de recuperación y menor riesgo de complicaciones.
La medicina intervencionista del dolor ofrece diversas técnicas mínimamente invasivas para manejar el dolor asociado con la osteoartrosis (OA).
A continuación, algunos de los procedimientos más utilizados:
1. Inyecciones Intraarticulares de Corticosteroides.
Descripción: Este procedimiento implica la inyección de corticosteroides directamente en la articulación afectada. Los corticosteroides son potentes antiinflamatorios que pueden reducir el dolor y la inflamación.
Indicaciones: Se utilizan principalmente en pacientes con dolor moderado a severo que no responden adecuadamente a otros tratamientos.
Beneficios: Alivio rápido del dolor, reducción de la inflamación y mejora de la movilidad articular.
2. Inyecciones de Ácido Hialurónico (Viscosuplementación).
Descripción: Consiste en la inyección de ácido hialurónico, una sustancia natural que se encuentra en el líquido sinovial de las articulaciones. Actúa como un lubricante y amortiguador.
Indicaciones: Principalmente para OA de rodilla, cuando los analgésicos y otros tratamientos no son suficientes.
Beneficios: Mejora la movilidad articular, reduce el dolor y puede retrasar la necesidad de cirugía.
3. Ablación por Radiofrecuencia.
Descripción: Este procedimiento utiliza ondas de radiofrecuencia para calentar y desactivar temporalmente los nervios responsables de transmitir el dolor desde la articulación afectada.
Indicaciones: Pacientes con dolor articular severo que no han respondido a otros tratamientos conservadores.
Beneficios: Alivio del dolor a largo plazo (de 6 a 12 meses o más), mejora de la movilidad y reducción de la necesidad de medicamentos para el dolor.
4. Bloqueos Nerviosos.
Descripción: Implica la inyección de anestésicos locales y/o corticosteroides cerca de los nervios que suministran la articulación afectada.
Indicaciones: Utilizado para diagnosticar la fuente del dolor y proporcionar alivio temporal.
Beneficios: Alivio rápido y significativo del dolor, puede ayudar a identificar nervios específicos responsables del dolor.
5. Plasma Rico en Plaquetas (PRP).
Descripción: Consiste en la inyección de una concentración de las propias plaquetas del paciente, que se obtienen mediante centrifugación de una muestra de sangre. Las plaquetas contienen factores de crecimiento que pueden promover la reparación del tejido.
Indicaciones: Pacientes con OA moderada que buscan opciones regenerativas.
Beneficios: Puede mejorar la función articular y reducir el dolor a largo plazo mediante la promoción de la reparación del cartílago.
6. Estimulación de la Médula Espinal.
Descripción: Un dispositivo implantado envía impulsos eléctricos a la médula espinal para bloquear las señales de dolor antes de que lleguen al cerebro.
Indicaciones: Utilizado en pacientes con dolor crónico severo que no han respondido a otros tratamientos.
Beneficios: Alivio significativo y duradero del dolor, mejora de la calidad de vida.
Luego entonces, la osteoartrosis es una enfermedad debilitante que requiere un enfoque de tratamiento integral. La medicina intervencionista del dolor ofrece una opción eficaz para el manejo del dolor asociado a la OA, mejorando la calidad de vida de los pacientes. Con un conocimiento adecuado y acceso a tratamientos avanzados, es posible vivir una vida plena y activa a pesar de la osteoartrosis.
En conclusión, los procedimientos intervencionistas para la osteoartrosis ofrecen una variedad de opciones para manejar el dolor y mejorar la función articular. Estos tratamientos pueden ser especialmente beneficiosos para los pacientes que no responden adecuadamente a los tratamientos conservadores. Es fundamental que cada paciente sea evaluado individualmente para determinar el tratamiento más adecuado según sus necesidades específicas y estado de salud. La combinación de enfoques intervencionistas y no intervencionistas puede proporcionar el mejor resultado posible en el manejo de la osteoartrosis.
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