El Dolor Oncológico es uno de los síntomas más frecuentes y debilitantes en pacientes con cáncer. Aproximadamente, el 50% de los pacientes en tratamiento y más del 70% de los pacientes en etapas avanzadas experimentan dolor (van den Beuken-van Everdingen et al., 2016). La Medicina Intervencionista del Dolor es una Subespecialidad de la Anestesiología que utiliza técnicas mínimamente invasivas para el tratamiento del dolor, incluido el dolor oncológico. Este artículo proporciona una visión general de la medicina intervencionista del dolor en el manejo del dolor oncológico, respaldada por evidencia científica y datos de estudios relevantes.

La Medicina Intervencionista del Dolor comprende una variedad de procedimientos para tratar el Dolor Oncológico, incluyendo bloqueos nerviosos, inyecciones epidurales, radiofrecuencia, neuromodulación, quimioembolización y vertebroplastia, entre otros (Candido & Knezevic, 2017). Estas técnicas se emplean en función del tipo y la localización del dolor, así como la etapa y el pronóstico del cáncer.
Bloqueos Nerviosos: Los bloqueos nerviosos son técnicas de anestesia local que pueden interrumpir temporalmente la transmisión del dolor en un nervio específico. Un estudio de Lee et al. (2011) mostró que el bloqueo del ganglio estrellado en pacientes con dolor oncológico en el cuello y el hombro redujo significativamente el dolor y mejoró la calidad de vida.
Inyecciones Epidurales: Las inyecciones epidurales de corticosteroides y anestésicos locales pueden proporcionar alivio del dolor en pacientes con cáncer y dolor radicular o en aquellos con dolor en el sitio de una cirugía previa. Un estudio de Watanabe et al. (2012) demostró que las inyecciones epidurales fueron efectivas en el tratamiento del dolor en pacientes con cáncer metastásico de la columna vertebral.
Radiofrecuencia: La radiofrecuencia es una técnica que utiliza corrientes eléctricas de alta frecuencia para generar calor y destruir tejido nervioso. Un estudio de Amr et al. (2019) mostró que la radiofrecuencia percutánea fue efectiva en la reducción del dolor en pacientes con cáncer óseo.
Neuromodulación: La neuromodulación incluye la estimulación medular y la estimulación del ganglio de la raíz dorsal para aliviar el dolor en pacientes con cáncer. Un estudio de Smith et al. (2017) demostró que la estimulación medular fue efectiva en la reducción del dolor en pacientes con cáncer refractario.
Quimioembolización: La quimioembolización es un procedimiento que combina la quimioterapia y la embolización para tratar el cáncer y aliviar el dolor. Se inyectan agentes quimioterapéuticos y partículas embolizantes en los vasos sanguíneos que suministran sangre al tumor, lo que reduce su tamaño y alivia el dolor. Un estudio de Liapi y Geschwind (2011) mostró que la quimioembolización es efectiva en el tratamiento del cáncer de hígado y en la reducción del dolor asociado.
Vertebroplastia y cifoplastia: La vertebroplastia y la cifoplastia son procedimientos mínimamente invasivos que se utilizan para tratar las fracturas vertebrales causadas por metástasis óseas. Estos procedimientos implican la inyección de cemento óseo en la vértebra fracturada para estabilizarla y aliviar el dolor. Un estudio de Barragán-Campos et al. (2006) demostró que la vertebroplastia proporcionó un alivio del dolor significativo en el 90% de los pacientes con fracturas vertebrales secundarias a metástasis óseas.
Ablación por microondas y radiofrecuencia: La ablación por microondas y radiofrecuencia son técnicas que utilizan energía térmica para destruir tumores y aliviar el dolor. Estas técnicas se utilizan principalmente en tumores hepáticos, pulmonares y óseos. Un estudio de Carrafiello et al. (2011) mostró que la ablación por radiofrecuencia fue efectiva en el tratamiento del dolor en pacientes con metástasis óseas.
Infusión intratecal de fármacos: La infusión intratecal de fármacos, como la morfina y la ziconotida, es una opción de tratamiento para pacientes con dolor oncológico refractario. La medicación se administra directamente en el espacio intratecal, lo que permite una dosis más baja y menos efectos secundarios. Un estudio de Deer et al. (2012) demostró que la infusión intratecal de ziconotida fue efectiva en la reducción del dolor en pacientes con cáncer.
La Medicina Intervencionista del Dolor ha demostrado ser una herramienta valiosa en el tratamiento del dolor oncológico. La evidencia científica respalda el uso de estas técnicas en función del tipo y la localización del dolor, así como la etapa y el pronóstico del cáncer.
Porque tu dolor me importa, Calidad de Vida, No Más Dolor.
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